‘On the go’: Al final de la escapada

Clara Tejerina / 02.01.2024

Dirigida por Julia de Castro y María Gisèle Royo, On the go (2023) explora el tema de la maternidad, la pertenencia, el amor o el trauma alejándose de los modelos estándar y tratando de encontrar una nueva mirada. Julia de Castro, que también es la protagonista de la película, interpreta a Milagros, una mujer de 37 años que quiere ser madre mientras sigue explorando y experimentando su juventud, y Omar Ayuso interpreta a Jonathan, quien se enfrenta al trauma y trata de lidiar con el abandono. Con estos dos protagonistas la película se embarca en una road movie por Andalucía donde enfoca y vive la normatividad desde la no normatividad, universalizando esta última y aceptándola como modelo normativo, porque ¿quién pone el límite de la norma? Milagros hace todo este viaje de descubrimiento de sí misma como madre, de ese vínculo único con esta necesidad universal.

¿Qué es la familia? ¿Cómo son los vínculos? ¿Cuál es la norma y por qué hay que seguirla? en tan solo 72 minutos de metraje, a través de un montaje rápido y dinámico, atento a los ritmos de la sociedad actual que recoge el legado de la Nouvelle Vague, como la secuencia del coche con varios jumping-cuts como en Al final de la escapada (À bout de souffle, Jean-Luc Godard, 1960), la película busca respuestas a estas preguntas enfrentando los problemas individuales de los protagonistas desde la colectividad de los vínculos. Recoge los personajes y la cultura más castizos y clásicos españoles para incluirlos en el discurso, aceptarlos en la historia y darles a la vez una vuelta en la narrativa, recoge los orígenes para mirar hacia el futuro, el futuro de una sociedad conjunta por elección, donde una mujer busca y elige las maneras de conectar con la maternidad, los cuidados y sus raíces desde la libertad, desde la duda y desde la colectividad que le da la familia elegida que va encontrando por el camino.

La narrativa del viaje representa esta búsqueda interna a través de lo externo, la película empieza con una huida de los personajes, después de que Jonathan queme un local, una huida hacia adelante de una sociedad que les encorseta cuando ellos quieren enfrentarse simplemente a la posibilidad de elegir y crear sus propios moldes o la ausencia de los mismos. Una película tremendamente contemporánea, que da una vuelta de tuerca a las narrativas sobre la maternidad y busca otra manera de enfrentar los conflictos desde la honestidad, con un espíritu gamberro y subversivo, trata de enfrentar la vida desde la libertad mientras los personajes se buscan a sí mismos y enfrentan sus problemas individuales desde la colectividad.