Jaime Pinto Llosa – 12 Junio 2024
The Garden Cadences es una exploración que logra ser superficial y profunda a la vez, ligera pero intensa. La película de Dane Komljen se desarrolla en un espacio donde los problemas no son evidentes, pero la amenaza de su presencia es constante. El conflicto se presenta de manera sutil, dejando que el espectador lo interprete y lo hilvane en su mente. Este desenlace inevitable acompaña la transición, y la poesía sirve como un hilo que une los diferentes ambientes, sensaciones y emociones del colectivo.
La película documenta la vida de los Mollies, una comunidad queer-feminista que ha vivido durante una década en un parque de caravanas en las afueras de Berlín. A través de sus secuencias, observamos su convivencia, sus hábitos cotidianos y sus días normales, mientras que las fiestas se perciben a la distancia, fuera de foco. Sus vidas sexuales no se muestran explícitamente, sino que se exploran a través de diálogos en los que discuten su sexualidad y experiencias.
Cabe destacar que Dane Komljen es quien filma, dirige y monta la película, lo que le otorga una gran libertad y un sello personal. Esta forma de producción integral le permite capturar momentos íntimos y cotidianos de la comunidad, tejiendo una narrativa visual que, sin una explicación directa, desafía al espectador a interpretar y comprender la historia a través de sus imágenes y secuencias. La capacidad de Komljen para lograr un trabajo tan completo y notable a través de esta forma de realización es interesante, presentando otra manera de hacer cine.
Este enfoque crea una experiencia única y orgánica. La narrativa se siente híbrida y personal, con una transición particularmente notable en una secuencia donde la cámara se mueve a través de los colores y formas de las plantas y flores. Esta evolución abstracta resuena con la poesía visual del inicio y nos lleva hacia un desenlace que expone las diversas perspectivas de los integrantes de la comunidad. Para mostrarnos nuestra soledad y vulnerabilidad, pero que a la ves estamos en una comunidad que nos sirve para edificar y a la vez señalar las contradicciones de nuestra existencia como ser humane.
The Garden Cadences es única y singular, pero también universal. Toca temas que resuenan con la juventud, la transición a la adultez, la creación de comunidades y la realización de sueños. Es un proceso que muchos seres humanos experimentan en algún momento de sus vidas. La película captura este constante cambio y transformación, ya sea de espacio, cuerpo, personalidad o responsabilidades, ofreciendo una reflexión profunda y resonante.
La obra de Komljen es una misiva a la impermanencia y a la resistencia comunitaria, una sintonía que invita a la contemplación y al cuestionamiento. Con su enfoque poético y su narrativa visual distintiva, The Garden Cadences ofrece respuestas y plantea preguntas que pueden resonar no solo con los habitantes de Berlín, sino con personas de todo el mundo. Es una reflexión sobre la belleza efímera de los momentos compartidos y la inevitabilidad del cambio, narrada a través de una lente que difumina las fronteras entre documental y ficción, realidad y abstracción.
Puedes leer una entrevista interesante al director Komljen aquí y más de mis críticas aquí.
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