Rocío Mesa: «el realismo mágico es algo intrínseco a mi imaginario»

Rodaje de ‘Secaderos’. © César Llerena.

Mario C. Gentil / 11.11.2022

Este jueves, séptimo día del Festival de Cine Europeo de Sevilla, se proyectó, como uno de los Eventos Especiales (con pase único en el Teatro Lope de Vega), Secaderos (2022), la primera obra de ficción de la granadina Rocío Mesa. En el marco de este año, en el que un retablo de películas hechas por mujeres ha compuesto una nueva mirada en nuestro cine; y en el que esta web, de creación andaluza, ha nacido; no encontramos cineasta más propicia para publicar nuestra primera entrevista. Rocío, cercana y agradecida; con naturalidad, una sonrisa y un cariñoso afán comunicativo, se sentó dos días antes con nosotros en los pasillos del Cine Nervión, tras salir de una proyección de la Sección Oficial, de la que es jurado…

-Me gustaría saber cuáles son tus impresiones en este mes y poco tras la buena acogida de la película. La première nada más y nada menos que en San Sebastián, con premio incluido. Después has estado en tu tierra, en el Granada Film Festival. Y ahora en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, como Evento Especial, y en el Lope de Vega, con lo que supone ese lugar emblemático para los sevillanos.

Como creadora tú creas, y nunca piensas en los resultados. Te mantienes presente en todas las partes del proceso. Cuando estás desarrollando la idea estás muy presente; cuando estás en rodaje estás muy presente, compartiendo mucho con actores no profesionales. Con lo cual era un trabajo que requería de una presencia muy emocional, y cuando estás en postproducción estas dándolo todo de ti, las pocas energías que te quedan, por lo tanto, esto está siendo sorpresa, por las que me siento muy agradecida. San Sebastián fue hermosísimo, muy hermoso, las críticas las mayorías han sido positivas, el publico la ha acogido muy bien, como tú dices, nos fuimos con un premio (Premio Dunia Ayaso de la SGAE). Granada yo creía que era el lugar al que había que ir después de San Sebastián, cuando una tierra te ha dado tanto. Porque… cuando yo decidí hacer una película allí, que fue de una forma muy orgánica, porque es mi tierra, donde yo he crecido, la verdad que Granada se ilusionó, porque no se hace tanto cine en Granada, y menos en los pueblos de Granada, y la Vega granadina yo creo que ha sido la primera vez que ha sido retratada cinematográficamente. Entonces, esta gente de los pueblos, que están invisibilizadas, y sus historias cinematográficas también, se han sentido vistas, se han sentido escuchadas, se les ha dado voz; porque esta es una película donde se les respeta sus acentos, su idiosincrasia. Ha sido un reencuentro hermoso, donde yo iba a agradecer, y a la vez ellos se han sentido vistos. Ahora, pues, seguimos con el recorrido. Estamos aquí en Sevilla, luego vamos al Festival de Gijón y a Márgenes (Festival Internacional de Cine de Madrid). Y esperando el estreno internacional, que a partir de ahí se va a abrir otro recorrido fuera de España.

-Al hilo de esto, de devolver a la tierra, algo similar le pasa al protagonista de tu documental Orensanz. Creo que son obras que tienen similitudes, pues hay mucho de documental en Secaderos, al igual que hay algo de magia en Orensanz. Me gustaría saber si la utilización del realismo mágico en Secaderos es un simple recurso para reflejar lo identitario del lugar, ¿o es algo que se extiende a tu estilo de hacer cine y tu mirada cinematográfica?

Por un lado, yo no creo mucho en la distinción entre la realidad y ficción; la gente suele utilizar el término documental, pero a mí me gusta decir cine de no ficción, pero ni siquiera creo en eso: yo creo que las líneas de la ficción y no ficción son muy difusas. En lo que de verdad creo es en la creación, me gusta pensar en creación. Y en ese sentido, por ejemplo, en Secaderos, hay una intención muy clara de documentar el proceso de recogida y cuelgue del tabaco en La Vega de Granada, porque se cultiva tabaco en muchos lugares del mundo y en cada lugar se hace diferente… en Cuba, en La Vera extremeña; y para mí, desde luego, había una intención de documentar unos paisajes, unos cultivos, una forma de vida, unos acentos, eso, sin duda. Entonces bueno, como tú dices, hay diálogo entre mis obras de no ficción, mis obras de ficción, y mis obras experimentales, porque yo también trabajo el cine experimental, en analógico, donde ahí, hay más magia, hay más recursos fantásticos. Entonces yo creo que el realismo mágico es algo más intrínseco a mi imaginario. Siempre he contado que la idea de esta criatura surge de mi propia imaginación como niña, porque yo vivía en Loja, un pueblo de Granada, pero me mudé a La Vega de Granada a los 7 años. Aunque bueno, mis abuelos eran de allí, y cuando yo visitaba, o me mudé como niña, y vi esos secaderos de tabaco en el paisaje, que son como casas gigantes, en proporción arquitectónicamente hablando, mucho más grandes que las viviendas; tú como niña, dices: “ah, pues son guaridas de monstruos”. Es lo primero que se te viene a la cabeza; porque están hechas de madera, como las casas de los tres cerditos, pero enormes; en mi cabeza de niña pensaba: “ahí viven seres que cuidan de la tierra”, y es de ese recuerdo, de esa fantasía de niña, que se planta la semilla de Secaderos. Pero sí es verdad que mi mente tiende a ser muy psicodélica; tiendo a creer en culturas como el sintoísmo en las que hay seres que habitan y cuidan de la naturaleza; a pensar también que hay objetos que tienen como un espíritu propio; o que la memoria colectiva, en este caso política de ciertos eventos históricos, deja una huella que, en cierta manera, se puede transferir en energía; y esa energía pueden ser espíritus que conviven con nosotros en forma de memoria, o en forma de, en este caso, de criatura de tabaco, que nace de la imaginación de una niña, pero también de un movimiento obrero, de una crisis económica, de una expansión inmobiliaria feroz que hubo en una región agraria y que destrozó un poco la vida económica de una región que vivía enteramente del cultivo de tabaco.

Rodaje de ‘Secaderos’. © César Llerena.

-¿Cómo fue el proceso de creación de la criatura?

¿Sobre la Nico? ¿Tú sabes que la llamábamos así porque era Nicotina?, Nico para las amigas, como la cantante de The Velvet Underground. Pues fue creada por DDT, que yo los llamo a ellos “los jefes de la magia” porque son los mejores en la creación de efectos prácticos, y de criaturas. Los hemos visto en otras películas como El laberinto del fauno, Hell Boy, Un monstruo viene a verme… bueno, ellos han hecho de todo; y es verdad que nosotros contábamos con un presupuesto muy pequeñito, súper reducido, y claro; no podíamos permitirnos pagar los costes de producción de una criatura de estas características con gente pues tan prestigiosa como ellos, que han ganados Oscars. Pero, ocurrió algo muy bello, que a mí todavía me emociona cuando lo recuerdo: cuando leyeron el guion, se enamoraron de esta historia, y decidieron entrar como productores asociados. Y la creación de esta criatura fue conjunta. Yo siempre estaba abierta a todas sus propuestas. Ellos siempre me han escuchado en todo lo que yo deseaba; crear una criatura que estuviera completamente cubierta de hojas de tabaco, que no diera miedo, que fuera bondadosa, que rezumara ternura, cuidados, que no tuviera género. Estaba como cansada que todas las criaturas de las películas estuviesen tan masculinizadas. Yo les decía: “mi referente es como la señora anciana que está delante tuya en la pescadería, encorvada…”, y a partir de ese imaginario mío, y esos referentes que yo traía, pues ellos también fueron trayendo diseños. Tuvimos suerte en ese sentido, porque nos pilló la pandemia, y tuvieron más tiempo para idear; que, por ejemplo, una de las decisiones durante el diseño era que no tuviese ni brazos, ni piernas. Es como un gusanito. Era invierno todavía, y yo soy muy friolera, e iba siempre por la casa envuelta en una manta; y entonces hubo un momento en el que iba caminando por la casa y dije: “¡Esto es!, tiene que ser sin brazos ni piernas, como envuelta en sus hojas de tabaco”. Luego pues, Montse Ribé y David Martí trajeron también muchas ideas a la palestra. De hecho, hasta el último día de rodaje no vi la cara de la criatura transformada. La había visto en bocetos y diseños, pero nunca hecha. Y creo que ha sido hermoso. Nos queremos y respetamos mucho, y ha sido un proceso de creación muy bonito. La criatura está hecha hoja a hoja, con una aleación “mística” que ellos han hecho de seda y algodón. La membrana de las hojas está hecha con unos moldes de silicona. Todas tienen tamaños diferente y están pintadas a manos con aerógrafo. Es una obra de artesanía increíble. Yo estaré siempre agradecida al trabajo que han hecho.

-Me gustaría saber cuáles son las influencias cinematográficas concretas que hay en tu cine, más allá de las que los críticos podamos ver o adjudicarte. Yo, por ejemplo, entre otras, veo mucha influencia del cine de Miyazaki.

Pues mira, eso me ha sorprendido, porque todo el mundo dice: “Es el Totoro de la Vega”. Aunque me encanta Miyazaki, a lo mejor no estaba entre mis referencias principales, porque las mías quizás se acercaban más al cine independiente hecho por mujeres; a lo mejor estaba ahí Alice Rohrwacher, Lucrecia Martel o también cine clásico italiano; pero creo que mis referencias siempre han sido y serán cine hecho por mujeres; Mercedes Álvarez en España… Pero sí es verdad que adoro la animación, adoro el cine de Miyazaki, y de alguna forma ha estado ahí. Pero fíjate que más que el cine de Miyazaki en sí mismo, me impactó mucho un viaje que yo hice a Japón. Cuando visité Japón entendí que en el sintoísmo existían esos espíritus que cuidaban de la tierra, y que yo ya traía en mi imaginación de niña, como te dije anteriormente. Entonces me sentí muy identificada y muy cómoda con las creencias de esta cultura, en ese viaje se asentó más todavía este concepto que ya se venía cocinando.

-¿Por qué ocurre, que en paralelo, se produzcan a la vez tres obras como Secaderos, El Agua y Alcarràs, donde hay tantísimas similitudes, pero a la vez cada una con un estilo muy propio?

Hay gente que está ya bautizando estas tres películas como la trilogía involuntaria, que me encanta. Es que me parece maravilloso, porque Carla (Simón), Elena (López Riera) y yo, prácticamente no nos conocemos entre nosotras. Nos habíamos visto alguna vez, porque bueno, te ves por temas de trabajo, pero no somos amigas; aunque las quiero muchísimo y nos apoyamos muchísimo aún sin conocernos. Para nosotras no hay competitividad, hay compañerismo y comunidad. No habíamos leído el guion las unas de las otras, y rodamos las tres el mismo verano, al mismo tiempo. Entonces, lo que yo pienso, al habernos otorgado voz a las mujeres creadoras, de una manera ya definitiva, se ha visto que tenemos ideas comunes, que son generacionales, que teníamos deseos de contar historias ligadas a la tierra, a los cuidados, a nuestra historia adolescente o de niñez, y claro se parecen porque al fin y al cabo compartimos imaginarios generacionales. Y además, compartimos miradas, porque son miradas femeninas, y formas de contar las cosas diferentes a esas miradas masculinas que veníamos viendo tradicionalmente. Entonces a mí cada vez que me dicen que las películas dialogan me halaga muchísimo, porque admiro muchísimo a Carla y a Elena. Y me crea muchísimo placer saberme parte de una comunidad de mujeres a las que admiro tanto. Es verdad que Secaderos de las tres películas es la que tiene menos presupuesto, y bueno pues, las comparaciones… espero que siempre se hagan desde el cariño y desde el amor, porque así es como yo las veo a ellos.

Rocío Mesa. Imagen de archivo.

-Extendiendo la pregunta anterior… en mi opinión 2022 ha sido de los mejores años cinematográficos para España, y en gran medida es gracias a películas dirigidas por mujeres como Cinco lobitos, Cerdita, La maternal, o las tres anteriores de las que hemos hablado. ¿Por qué ha ocurrido esto en la industria del cine español?

Ha favorecido muchísimo la creación de las ayudas selectivas. ¿Para qué están las ayudas públicas? Para democratizar el acceso al cine. Era una cosa obvia hace diez años que las mujeres no estábamos presentes, que, aunque sí había creadoras, el porcentaje de hombres que estaban en el puesto de dirección, en comparación con las mujeres, era alarmante. Y esto sin incluir otros puestos que me parecen también clave en la realización de la película como por ejemplo dirección de fotografía, etc. ¿Entonces qué ha ocurrido? Primero; se crearon las ayudas selectivas, que esto ayudó a que un nuevo cine pudiese tener espacio. Bueno un nuevo cine… esto es lo que se catalogó entre comillas como “el nuevo cine español”, una etiqueta con la que nunca nos hemos sentido cómodas, pero bueno eran formas de hacer cine que se ajustaban menos a los diseños de producción clásicos y tradicionales, que traían nuevas propuestas tanto estéticas como formales, como a la hora de acercarte a la creación de cinematográfica de producción. Entonces gracias a la creación de estas ayudas se abrió un campo para que nuevas creadoras de nuevas generaciones pudiéramos acercarnos a la financiación pública, y estas ayudas vinieron con una discriminación positiva de género. Es decir, se daban más puntos si estaban dirigidas por mujeres, si tenían un porcentaje “equis” de mujeres en las jefaturas de equipo de los puestos creativos. Entonces esto ha obligado en ciertos casos a productores, que a lo mejor no se le habría ocurrido trabajar con mujeres, a buscarlas. Esta discriminación positiva ha funcionado y se están viendo los resultados. Luego también, al margen de lo que las instituciones hayan podido hacer desde estas ayudas públicas, nosotras también hemos vivido un momento histórico en el que ha habido una nueva ola feminista. Muchas de nosotras hemos tomado la decisión de tener nuevas estructuras familiares y formas de vidas que han favorecido que podamos tener trabajos tan inestables económica y vitalmente como es dedicarse al cine. Entonces pues creo que ha sido una combinación de muchas cosas que ha dado lugar a que por fin estemos representadas y tengamos ese espacio. Esto unido a que las nuevas formas de acercarse al cine, cada vez están siendo más exitosas, tanto para la audiencia como para los festivales, ha hecho que se consolide ese “otro cine” que surgió en España hará ahora mismo una década, que coincidió con los movimientos del 15M, ahora se está consolidando. Entonces, por tanto, estamos viendo una cosecha excelente de un cine español que apuesta, que arriesga, que no está hecho para la taquilla, sino con una intención artística, y eso era algo que por como estaba configurada la industria era hace una década imposible. Ahora hemos creado los caminos, los espacios, y ha sido una lucha fuerte de la cual me siento partícipe. Yo viviendo en Estados Unidos, creamos allí LA OLA, que es una muestra de cine contemporáneo español en Norteamérica, que básicamente se creó para luchar porque estas películas que nos parecían magníficas que se estaban haciendo en España, pudiesen tener visibilidad en el extranjero. Entonces, creo que cada una hemos poniendo nuestro granito de arena. El otro día hablaba con compañeras que esta es la primera generación, probablemente en la historia del cine, donde el puesto de dirección, era “soy director” y lo único que hacían era dirigir. A día de hoy tú acércate a cualquiera de nosotras. Hemos sido directoras, editoras, directoras de fotografía, dirigimos festivales, programamos, somos docentes… personas totalmente versátiles, todoterreno, para sobrevivir, y porque entendemos el puesto de la dirección de una forma más horizontal, mas colectivo y flexible.

-Para finalizar… ¿cuándo vamos a tener Secaderos en las salas comerciales?

Pues mira; la película acaba de ser adquirida para distribución nacional por Begin Again en colaboración con Filmin. Las ventas internacionales las lleva Latido, y creo que se ha acordado, si no me equivoco, finales de febrero o principios de primavera. Va a ir por ahí la cosa. Pronto estará en salas, con la ilusión de que funcione.

4 thoughts on “Rocío Mesa: «el realismo mágico es algo intrínseco a mi imaginario»

  1. Eduardo Santana jimenez says:

    Magnífica entrevista,y ojalá el cine español se llene de grandes directoras como Rocio Mesa.

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