Andrea Villalón Paredes / 17.09.2022
Victoria es un lugar que parece haberse quedado congelado en los años 50. Aquí gira todo en torno el núcleo familiar tradicional, donde el hombre trabaja y la mujer se queda al cargo de la casa. En el epicentro de este lugar está un joven matrimonio, Jack y Alice. Aunque todo parece perfecto en su relación, pronto deja de serlo cuando Alice comienza a hacerse preguntas.
No te preocupes querida es una película que salió del festival de Venecia rodeada de controversia por los problemas que había entre el reparto y la propia directora, además del previo conflicto con el actor Shia LaBeouf. Sea como fuese, la película lleva un par de semanas en boca de todos, para bien o para mal. No obstante, mi curiosidad por la película venía por el anterior proyecto de Olivia Wilde en su debut directorial con Súper Empollonas.
El film no es nada del otro mundo, no es una obra maestra, ni tampoco artística, pero el anterior trabajo de Wilde tampoco lo era, por lo que había un precedente que indicaba lo que veríamos en la gran pantalla. El nuevo trabajo de la directora es simplemente un thriller entretenido con una buena estructura narrativa que tiene sus correspondientes giros de guion. En el ámbito de dirección también está bien realizado, al igual que el diseño de producción y los visuales que, verdaderamente, le dan la oportunidad al público de adentrarse en Victoria y sentirse parte de la narrativa.
Florence Pugh es, sin duda, lo mejor del film, su papel pone a prueba los diferentes rangos de la actriz. Es impresionante lo mucho que transmite y cómo hace que la película gane veracidad gracias a ella. Magia que se pierde cada vez que aparece al otro lado Harry Styles, que se ve superado de manera exagerada por la actriz, haciendo que su interpretación se quede más expuesta y destaque por lo mediocre que es.
La película ha recibido muchas críticas negativas, algunas de ellas, rozando la difamación, pero la película no es tan mala, ni tampoco es justo que por las tres escenas que giran en torno a Harry Styles se deseche el trabajo de los demás. Es una película que tiene algo que aportar dentro de lo genérico y es relevante, sobre todo ahora, que vemos un auge de los podcasts entre hombres jóvenes con la ideología de ser “alfas”, el proveedor de la familia, mientras la mujer se queda en casa. Desde Testigo recomendamos que os animéis a echarle un ojo, ya que se estrena el próximo 23 de septiembre, y comprobéis si es de vuestro agrado.