por Jaime P. Llosa – 22/10/2023
La película Diógenes, ópera prima del director peruano Leonardo Barbuy, es un cautivador y hermoso poema visual que nos transporta a las montañas de Ayacucho, en los Andes peruanos. Con un tono poético y una estética en blanco y negro, la película se adentra en una humilde casa aislada para explorar temas de muerte, memoria histórica y la conexión del hombre andino con la naturaleza.
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El director, quien también escribió y musicalizó la película, demostró su habilidad para crear una experiencia cinematográfica inmersiva y evocadora. Barbuy dedicó cinco años para forjar relaciones de confianza con la comunidad de Sarhua, lo que resultó en una colaboración valiosa para el rodaje, que se llevó a cabo en 2021 con actores naturales de la comunidad.
Jorge Pomacanchari, maestro pintor de tablas de Sarhua, entregó una interpretación conmovedora como Diógenes, el padre de la familia protagonista. Junto a él, Gisela Yupa y Cleiner Yupa, niños de la comunidad, ofrecieron actuaciones naturales como los hijos de Diógenes, Sabina y Santiago.
El enfoque no convencional de la película que intenta hablar sobre las desapariciones, es también un enfoque que desaparece pero que no pierde de vista el tema y sus personajes. Más que una narrativa tradicional, «Diógenes» es un viaje contemplativo que nos sumerge en la vida y las experiencias de esta familia aislada en la naturaleza. El uso magistral del encuadre y la ralentización del tiempo en algunos momentos crea una sensación propia de la memoria, y el silencio enigmático del personaje principal, Diógenes, despierta la curiosidad del espectador para descubrir la verdad sobre su pasado y su conexión con la post-violencia histórica de Perú.
La fotografía en blanco y negro, es compartida por el director de fotografía colombiano Mateo Guzmán y el fotógrafo peruano-mexicano Musuk Nolte, es elaborada y realza la belleza natural y cultural de los Andes.
Dentro del film podemos ver cómo se utiliza el movimiento de cámara circular de manera inesperada, generando una experiencia cinematográfica reflexiva. Esta técnica tiene un impacto narrativo y simbólico, provocando diversas interpretaciones y cuestionamientos sobre la escena y la historia en general. Utiliza este recurso visual en varios momentos para indicar un cambio en el espacio y la realidad posterior al acontecimiento, enfatizando las transformaciones y las implicaciones emocionales en la trama.
«Diógenes» establece un nuevo valor en el Cine Peruano Contemporáneo. La película se asemeja a una pieza lírica. Sumergirse en su historia permite la interacción del espectador, donde el cine se convierte en un arte transformador, desafiando sentimientos como el dolor y la violencia, y permitiéndonos habitar en su magia cinematográfica.
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