Jaime Pinto Llosa / 1.10.23
O Corno (2023), dirigida por Jaione Camborda, se erige como un logro cinematográfico sobresaliente en el paisaje del cine español contemporáneo. La película, que captura la esencia de una época y la fuerza de las mujeres en un entorno rural de Galicia en 1971, ha recibido un honor: la Concha de Oro en la 71ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián (SSIFF).
O Corno transporta al espectador a una España en transición, fusionando hábilmente una narrativa impactante con una profunda exploración de cuestiones feministas. La película se erige como un nuevo visionado que aporta a la corriente del cine contemporáneo, rescatando historias frecuentemente subestimadas y olvidadas en la trama de la cinematografía.
O Corno no está sola en este camino, pero destaca como un hito en la revalorización de narrativas silenciadas y en la exploración de temáticas feministas que merecen mayor atención. En este relato de empoderamiento femenino, encontramos resonancias de Viridiana (1961) de Luis Buñuel, a pesar de las diferencias en la trama. Ambas películas plantean cuestiones esenciales sobre la moralidad y los desafíos que enfrentan las mujeres en sociedades tradicionales. O Corno se suma con destreza a esta tradición de exploraciones cinematográficas centradas en la feminidad.
La película O Corno establece una sutil pero significativa conexión con El Espíritu de la Colmena (1973) de Víctor Erice, a pesar de las diferencias temporales en las que se desarrollan. Ambas películas comparten un enfoque en la representación de la infancia y la manera en que los personajes interactúan con un entorno rural.
Además, ambas obras exploran la relación con la naturaleza y la maternidad como temas fundamentales. En O Corno, la maternidad desempeña un papel central, generando un eco emocional similar al abordaje de Erice en su obra. Esta conexión entre ambas películas resalta la universalidad de los temas tratados y cómo el cine puede abordarlos en diferentes contextos temporales y culturales.
Así, el cine español contemporáneo ejerce una influencia notable en O Corno. Te doy mis ojos (2003) de Icíar Bollaín, que aborda la problemática de la violencia de género y la lucha de las mujeres por su independencia, encuentra terreno común con la narrativa de O Corno.
Más aún, desde la actualidad, hallamos Verano 1993 (2017) de Carla Simón, donde una joven protagonista afronta circunstancias desafiantes en un entorno rural. Estas dos películas exploran temas de infancia, pérdida y resiliencia, destacando las similitudes temáticas que comparten con O Corno.
También, La hija (2020) de Manuel Martín Cuenca profundiza en la complejidad de la relación madre-hija y dilemas éticos, aspectos que se tejen en el tapiz argumental de O Corno.
Al igual que Matria (Álvaro Gago Diaz, 2023), O Corno se sumerge en la exploración de la lucha existencial de mujeres gallegas y la imposibilidad de reconciliación interior en un mundo que a menudo se torna hostil. Además, ambas películas se conectan con la representación de mujeres que deben enfrentar un sistema económico que los desplaza y que, en última instancia, lleva a la inmovilidad y la falta de aire en sus vidas.
Esta red de conexiones entre películas españolas contemporáneas demuestra cómo la obra de Camborda se inscribe en un diálogo cinematográfico continuo sobre cuestiones sociales y humanas universales.
Sin embargo, es preciso enfatizar que O Corno forja su propio sendero con la misteriosa fuerza de las mareas. La película se erige como faro de la maternidad, el enigma de la solidaridad entre mujeres y la representación cruda de la experiencia femenina en un contexto histórico que se desliza como un río en la penumbra.
Sin lugar a dudas, la actuación de Janet Novás en el papel protagonista de O Corno es un aspecto destacable de esta película. Novás es una conocida bailarina y creadora gallega, ha hecho de su vida una búsqueda constante de expresión a través del movimiento. Podemos afirmar que la danza contemporánea es un lenguaje que le ha permitido moldear tanto el contenido emocional como la sencillez, estética que caracterizan sus trabajos.sentó las bases para su vínculo profundo con su cuerpo como instrumento de expresión. La influencia de la danza contemporánea y su capacidad multidisciplinaria se manifiestan claramente en su actuación en la película. Esto le permite abordar la complejidad de la experiencia humana y, en particular, la de la mujer en el contexto histórico específico de O Corno. Janet Novás demuestra su versatilidad y destreza como artista, elevando la película con su autenticidad y profundidad.
En este viaje cinematográfico que atraviesa los recuerdos del cine español, O Corno destaca por su singularidad, como una canción ancestral que desentraña las complejidades de la vida y la lucha de las mujeres, en un lenguaje que solo la brisa atlántica puede susurrar al oído.