‘NUESTRA PELÍCULA‘ DE DIANA BUSTAMANTE, EN DOCUMENTA MADRID
Daniela Naranjo / 11.05.2023
En el marco de Documenta Madrid, llevado a cabo del 3 al 7 de mayo de 2023 en la Cineteca, se presenta el documental colombiano Nuestra película de Diana Bustamante (2022), su primera película como directora. Ha sido directora artística del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI) y productora de películas como ‘La tierra y la sombra‘ de Cesar Acevedo (2015) ganadora de la Cámara de Oro en Cannes, así como ‘Memoria‘ del cineasta tailandés Apichatpong Weerasethakul.
El largometraje realizado cien porciento con material de archivo fílmico a partir de noticias y telediarios en los años ochenta y noventa en Colombia, ahonda en las décadas de mayor violencia en el país. Este ensayo visual que revisa más de 600 horas de material propone recomponer el sentido de las imágenes violentas más allá de su uso informativo, para generar una crítica al Estado y a los medios de comunicación. Es un collage con repeticiones de memorias nacionales, y a la vez una reconstrucción de toda una generación que crece bombardeada de imágenes hiper violentas, tanto así que se normalizan y se hacen carentes de sentido. La memoria nacional se reencuentra con la Masacre del Nilo, la muerte de Luis Carlos Galán (Candidato presidencial liberal), Carlos Mauro Hoyos Jiménez (Procurador general) y Carlos Pizarro (uno de los mayores líderes del M-19), entre muchos otros.
La directora recuerda su infancia en el año 1988, llamado “El año de la violencia” en Colombia, y es testigo de los noticieros que iniciaban con el himno nacional cantado por niños vestidos en colores pasteles, para luego invadir la pantalla por el rojo incesante de la sangre; el contraste en el canto del verso “cesó la horrible noche” por sonidos de llanto, ataques y disparos. Cabe resaltar este como uno de los elementos más escalofríantes y auténticos del documental, la mirada a los niños en el contexto de la violencia, como testigos, sobrevivientes y víctimas. En este paisaje de color rojo el hilo conductor es la sangre, el rojo de las flores entre ataudes, y el color de la bandera nacional.
El uso retórico del montaje marca la diferencia y resalta el documental con su narrativa única. Momentos donde parece darle al botón de rewind y la cinta se regresa para luego verse ralentizada en puntos concretos, como cuando regresa una y otra vez a las huellas de balas en la paredes o zapatos que quedan despojados, es una de las herramientas más llamativas. La animación de 8 bits también sorprende, en su uso como recuento de asesinatos y masacres. El material de archivo, (como lo explicó la directora en la charla al final de la presentación) fue encontrado en condiciones muy precarias de conservación, por lo que las cintas tienen errores como fallas de sonido o distorsión en la imagen que genera formas espectrales, fantasmagóricas incluso. Siendo así una resonancia de lo que muestran las mismas noticias, de quienes ya no están, historias de fantasmas.
Hago un gran paréntesis final inevitable (rompiendo los esquemas como crítica, pero mi intervención es necesaria como colombiana) y es lo que sucedió este sábado 6 de mayo en la sala de cine. El visionado fue difícil de enfrentar pero al fin y al cabo, un recuento histórico de mi país. Sorprendida de ver cómo poco a poco se iba saliendo las personas del público, la explicación que mi mente se hizo con los primeros que salieron fue pensando en la narrativa atípica para luego darme cuenta de lo que realmente sucedía, era un medidor sobre la violencia. Al ver el contexto de una realidad tan dura e insoportable para algunos por su crudeza, se revuelve el estómago de quienes han permanecido ajenos a ello.
Me cuestiono, porque al ser testigo de esta historia desde pequeña, inconscientemente se adormece la sensibilidad ante esa realidad cuando se está saturado ante tal cantidad de imágenes por años. El impacto de ver cómo se cubrian el rostro los del asiento del lado, mientras yo lo aceptaba como lo que era: la realidad donde crecí, un noticiero cualquiera de las 7:00 p.m, lo normal; me deja perpleja. Cierro paréntesis, de regreso a la labor de crítica.
Entonces, ¿cuál es el rol que desempeñan los medios de comunicación en un país como Colombia? ¿En zonas de guerra, en el mundo en general? El cubrimiento de forma amarillista de la noticia irrumpe más alla del mero hecho informativo, y es necesario asumir la responsabilidad histórica en la que se generan las narrativas de violencia. ¿Que clase de efectos repercuten en la población? Lejos de obtener respuestas concretas, Diana Bustamante genera los cuestionamientos con su película para que sea el espectador quien llene los vacíos.