‘Desert of the Heart’ y ‘Desert Hearts’: las obras pioneras que revolucionaron la literatura y el cine

Andrea Villalón Paredes / 14.06.2023

A través del siguiente análisis del libro Media Hora Más Contigo de Jane Rule y la adaptación cinematográfica homónima dirigida por Donna Deitch se pone en perspectiva el contexto social, así como las diferencias y similitudes entre ambas obras.

Desert of the Heart

En 1964, Jane Rule publica Desert of the Heart, o en español, Media Hora Más Contigo. Evelyn Hall, una profesora de universidad que va a Reno a divorciarse, conoce a Ann Childs en una casa residencial en la que se hospeda mientras queda a la espera de su juicio. Entre ellas hay una diferencia de 10 años y sus personalidades parecen ser totalmente opuestas, pero la curiosidad de ambas por conocerse empieza a forjar algo más que una amistad.

Las relaciones homosexuales, de esta manera como resto del colectivo LGTBI+, siempre han estado presentes a lo largo de la historia, pero ha coexistido en una constante invisibilización y discriminación que incluso continúa resonando en la actualidad. La literatura de principios del siglo XX asentó la base para que Jane Rule escribiera Desert of the Heart. Orlando de Virginia Woolf o El Pozo de la Soledad de Radclyffe Hall, entre otras novelas, incluían relaciones sáficas, aunque siempre con una conjunción adversativa: Las relaciones homosexuales pasaban desapercibidas por el propio subtexto de la novela, y en caso de que las relaciones fueran explícitas, una de las mujeres acababa volviendo con un hombre, o en los peores de los casos muriendo, suicidándose, o siendo asesinada. No fue hasta 1952 que esto cambiaría con la obra The Price of Salt, más tarde conocida como Carol. La novela estaba enfocada en el descubrimiento de la homosexualidad de Therese, y a menor medida que la novela de Jane Rule, contenía una crítica social hacia la figura de la mujer como esposa y madre.

Jane Rule

Cuando Jane Rule intentó vender su libro se encontró con el rechazo de muchos de los editores: «si el libro no es pornográfico, ¿qué sentido tiene publicarlo? Si puedes escribir las partes obscenas, lo publicaremos. Si no, no». (Rule, 1975: 15) Aparte de reducir la visibilidad de los problemas sociales de las mujeres tratados en el libro a algo absurdo, coincide con estilo de publicación, sexualizado y homófobo, de la década de los 60, donde la única representación lésbica en la literatura estaba en la pornografía con objetivo de ventas en un público únicamente masculino. (Keller, 2005: 385-392)

Jane Rule, que nació en 1931, se encontraría a sus veinte años en la década de los 50, una etapa posterior a la guerra donde la sociedad intentaba recuperarse de aquel evento traumático. Para ello, era necesario procrear; que se crearan nuevos núcleos familiares y generaciones que afirmaran la nueva paz y estabilidad que había adquirido la humanidad. Socialmente, la feminidad perfecta solo se alcanzaba a través de la heterosexualidad, el matrimonio y la reproducción. Todo lo opuesto a dicho espectro social estaba totalmente patologizado. Y daba la casualidad de que Rule se encontraba justo en este polo opuesto de lo que significaba ser mujer. (Schuster, 1981: 88).


También se debe tener en cuenta que la novela de Jane Rule, se sitúa en 1958 y se publicó en 1964. En este período, el divorcio «sin culpa» no se había legalizado todavía, por lo que era necesario motivos mayores y un evidente culpable en el fracaso del matrimonio, que se pudiese demostrar en juicio, por lo que existía la posibilidad de que no se concediera dicha separación si lo anterior no procedía. Además, el estímulo del final de la guerra, la urgencia y obligación social de crear una familia no era lo suficiente para mantener una alianza matrimonial unida y una gran parte de estos matrimonios exprés acabaron en fracaso, haciendo que la ineficiencia matrimonial aumentase. (Allen, 1998: 130-131)

Desert Hearts

Al igual que con el género literario, el campo cinematográfico se encontraba con los mismos problemas al tratar la representación LGTBI+; todos los finales para los personajes sáficos en la gran pantalla acababan de la misma manera: una de las mujeres acababa volviendo con un hombre o en los peores de los casos muriendo, suicidándose, o siendo asesinada. La primera película de temática lésbica, Mädchen in Uniform, se proyectó en 1931 y la manera que se trata el lesbianismo roza lo sádico. A partir de aquí, se sucede una corriente de películas de temática parecida, entre ellas, y una de las más conocidas, es The Children’s Hour de 1969, protagonizada por Audrey Hepburn y Shirley MacLaine, en la que el personaje sáfico acaba suicidándose. No sería hasta 1985, con la adaptación de Desert of the Heart que el cine conseguiría la primera representación queer positiva y no fue un proceso fácil.

Donna Deitch

Unos veinte años después de la publicación de la novela de Jane Rule, Donna Deitch, una directora de documentales hasta ese entonces, decide que quiere realizar una adaptación del libro. En el documental de 1994 Excerpt from Fiction and Other Truths: A Film About Jane Rule, tanto la directora de la película, como la autora de la novela, hablan sobre cómo fue el acuerdo de llevar la película al cine. Previamente a su encuentro, Rule había tenido varias peticiones por parte de estudios para adaptar la novela y Deitch había hablado con otros tantos con la intención de buscar presupuesto para una posible producción. Todo acababa en callejones sin salida, los estudios querían modificar la obra original, sobre todo, el final; no querían un romance donde dos mujeres terminasen juntas. Por lo que al final, Desert Hearts acabó siendo una película independiente.

Cuando ambas autoras concretaron una reunión. Deitch había leído la novela unas siete veces, le proyectó todos sus trabajos previos a Rule y mostró total entusiasmo por adaptar la obra. Jane Rule accedió los derechos y Donna Deitch pasaría a recaudar, personalmente, 1M de dólares para la producción de la cinta y más tarde, para cubrir los gastos de postproducción, vendería su casa. (Deitch, 2007)

La producción estuvo totalmente limitada por el presupuesto. Apenas alcanzaba para el decorado de los años 50 y no había tiempo para repetir escenas o aplazar un día de grabación. Tenían exactamente 31 días para rodar la película y no había seguridad ninguna de que la cinta se proyectaría en algún cine, pues no había contrato de distribución. Además, previamente a la grabación, Helen Shaver, una de las actrices protagonistas, fue advertida por sus agentes de que la película podría destruir su carrera e incluso podría hacer pensar al público que era homosexual. (Shaver, 2017)

Desert Hearts tenía todas las fórmulas para ser un caos y acabar en fracaso absoluto, y si salió adelante, fue por como todos los colaboradores del film se involucraron con el proyecto. Finalmente, en 1985, la adaptación llegaría a los cines con el nombre Desert Hearts. Pero no todo era tan fácil. Donna Deitch tenía miedo de que si la cinta no alcanzaba suficiente público, las sesiones programadas en otros cines se cancelarían. Así que Deitch se presentaba en las proyecciones e introducía el film al público y pedía que se corriera la voz. La cercanía, al final, obtuvo su resultado. La película fue todo un éxito. (Deitch, 2007)

Es importante comprender que aunque ambas obras se encontraron con dificultades similares para su elaboración, los veinte años que las separan enmarcan contextos diferentes. Desert Hearts, a diferencia del libro, fue una producción estadounidense de mediados de los 80 y en ese entonces las manifestaciones LGTBI de Stonewall habían creado unos 15 años de debate sobre el colectivo. (Alwood, 2015: 18-19) Al igual que la segunda ola feminista hizo lo suyo y el aborto fue legalizado en los 70, así como la aprobación del divorcio por acuerdo. (Joffe, 2013: 54-59) Todo esto influyó en la manera en la que la obra fue adaptada.

Fotograma de Desert Hearts

Desert of the Heart y Desert Hearts: similitudes y diferencias

Cuando se compara el libro y la película se puede determinar a simple vista que son obras completamente distintas. Comenzando por los personajes, los nombres de las protagonistas se modificaron en la adaptación, Evelyn Hall pasaba a Vivian Bell y Ann Childs a Cay Rivers. Otros personajes fueron eliminados, se añadieron algunos nuevos y se modificó la personalidad e involucración en la trama de otros tantos. Se podría decir que la película es un resumen del libro con bastante libertad creativa. 

La novela de Jane Rule contiene un discurso explícito y complejo en contra del matrimonio y los convencionalismos que tenía que acatar la mujer a finales de los años 50, donde una relación amorosa surge como consecuencia de cuestionar lo anterior. Sin embargo, el film de Donna Deitch era una historia de amor universal donde el conflicto surgía por la homofobia externa, la represión y rigidez propia del personaje de Vivian. Por lo que la evolución y el arco de personajes se construyen de maneras diferentes en la película y el libro.

Evelyn Hall y Vivian Bell

«Eso explica que, para cualquier mujer, el matrimonio sea la expresión de la vida y que no renuncie a él movida por el desprecio o por la indiferencia, sino solo cuando se ve obligada a admitir que jamás ha sido capaz de articularlo adecuadamente (…)». (Rule, 2005: 5)

Desde la primera página del libro, el peso del matrimonio de Evelyn se hace presente tanto psicológica como físicamente. Lleva la alianza atrapada en su dedo y habiendo hecho varios intentos de quitársela, no obtuvo resultado alguno. Aunque la narrativa no enfatiza en este elemento, la siguiente vez que aparece el anillo son 220 páginas más adelante, en el tercer acto, donde por fin sale de su dedo, simbolizando la catarsis del personaje. Unas cinco páginas más tarde pierde el anillo: «Perderlo era, probablemente, lo mejor que podía haber hecho con él. Se miró la mano. Llevaría más tiempo borrar la marca que le había dejado en el dedo». (Rule, 2005: 229)

El film carece del diálogo interno que la novela ofrece. Sin embargo, sí lo muestra a través del aspecto físico y la pérdida de rigidez en el personaje. En las dos siguientes imágenes se puede observar a Vivian al comienzo del film y después del momento de catarsis. El vestuario, así como el maquillaje y el peinado, deja de ser estricto y empieza a relajarse.

Aunque tanto Vivian como Evelyn lidian con lo que supone divorciarse, la perspectiva que ofrece la película y el libro son totalmente distintas. En la película, cuando se cuestiona al personaje sobre el fracaso del matrimonio, las respuestas son sencillas. «It drowned in still waters» (se ahogó en aguas tranquilas), mientras que en el libro, Evelyn sufre una crisis de identidad cada vez que sale a la luz el tema:

Hasta ese entonces, para Evelyn, la vida se había reducido a esperar el momento oportuno: esperar a casarse con George, esperar a que terminara la guerra y después esperar a ese hijo que nunca llegó. Ahora había dejado de esperar ese momento y se limitaba a matar el tiempo, a la espera de una simple ceremonia, la pequeña muerte de toda su espera. (Rule, 2005: 74)

No tenía intención de unir fragmentos de la memoria hasta formar con ellos formas fijas de miedo y de fracaso. Si se había equivocado antes, el error estaba en su propia naturaleza y no su voluntad. Nunca se había disculpado. Nunca había consentido sus debilidades como si se trataran de necesidades. Sin duda nadie podía juzgarla por una naturaleza ante la que su voluntad jamás había cedido. Había sido buena.

—He sido buena. (Rule, 2005: 153)

Si se observan las dos anteriores citas, se puede ver que la presencia del marido tiene bastante peso en la narrativa del libro hasta el punto de tener un nombre propio. Incluso en otras partes del libro se explora la relación pasada entre Evelyn y George para que el lector tenga una idea de por qué se está divorciando. Este aspecto pasa totalmente desapercibido en la película, pues, como se remarcó anteriormente, el matrimonio y el divorcio carece de importancia social, más bien circunstancial; es lo que hace que Vivian esté en Reno.

Siguiendo con el personaje de Evelyn, la cinta omite el embarazo y aborto natural que sufre estando todavía casada. Las dos páginas que narran el acontecimiento son las mejores de la novela y es una de las claves para entender el declive del matrimonio y también la crítica que la autora hace a la maternidad. «Si se hubieran podido abandonar a un anticuado destino carente de niños. Podría haber quedado cierta ternura, (…). El horror último no habría sido la pérdida del bebé, un simple fracaso clínico» (Rule, 2005: 91)

No obstante, algo que une a Vivian y a Evelyn es su intelectualidad, aunque en el libro esta faceta del personaje se explora más en el monólogo interno, en ocasiones, citando a filósofos, poetas y otros escritores. En la cinta la inteligencia e intelectualidad de Vivian queda presente por el diálogo, por ende, también cambiando ligeramente la personalidad. En una escena reconoce una pieza de Prokófiev que suena en la radio. Pero lo más interesante sucede con otros personajes. A Lucile le explica el significado correcto de plañidera y más tarde, cuando este mismo personaje menciona la homosexualidad de Cay, Vivian pregunta de manera sarcástica «¿Debería levantar mis cejas y asombrarme?». Basándose en el contexto temporal de la obra, donde se empezó a desmitificar la homosexualidad como desorden de personalidad sociópata, comparado con la pedofilia y la violación (Fischer, 2012: 1027), que Vivian responda de esta manera implica tener un concepto social más avanzado e intelectual.

Ann Childs y Cay Rivers

La apariencia física del personaje en el film es, quizás, de lo más verosímil al del libro. Sin embargo, ahí paran las similitudes. El narrador omnipresente del libro, al igual que con Evelyn, hace el personaje de Ann mucho más complejo. Es el polo opuesto de Evelyn. Mientras que esta última se pasa reflexionado sobre la moralidad de sus acciones, el divorcio, la maternidad y su rol como mujer, Ann tiene un concepto bastante definido de su identidad; se posiciona en contra del matrimonio, de la maternidad y es una mujer abiertamente bisexual. De hecho, durante el libro mantiene relaciones amorosas ocasionales con Silver y un encuentro sexual con un extraño. Es el opuesto al convencionalismo de lo que significaba ser mujer en los 50.

Me aterra dar mi brazo a torcer, justificar mi propia existencia mediante algo tan simple como la reproducción. Demasiada gente lo hace o lo intenta. Y luego están los hijos, que al fin y al cabo tan pocas satisfacciones dan. Y crecen para no hacer sino reproducirse y tener hijos que se reproducirán a su vez, y todos están tan ocupados reproduciéndose que no queda tiempo para reproducir nada. (Rule, 2005: 145)

El entorno y el trasfondo de Ann es lo que hace que desarrolle esta personalidad. En la película solo podemos ver pinceladas de esto cuando se menciona la muerte de su padre y como su madre la abandonó. Sin embargo, el libro va más allá: el padre de Ann intentó matarla en un intento desesperado y su madre, además de abandonarla, era drogadicta. También está presente en su entorno laboral: Janet, una mujer que trabaja en turnos inhumanos hasta la pérdida casi completa de la individualidad para poder pagar la operación de corazón de su hijo, y en un punto de la historia el niño fallece habiendo dejado al matrimonio desolado y con deudas impagables. 

En el libro también se ofrece una faceta artística e intelectual de Ann, es artista y vende viñetas a los periódicos, tiene una biblioteca personal, y al igual que Evelyn, esta cita a diferentes autores en su monólogo interno. En el film, todo el complejo intelectual, artístico es inexistente y la bisexualidad de Cay pasa desapercibida al tener un enfoque lésbico. Sin embargo, lo que se mantiene, es su contraposición a Vivian. Cuando se introduce el personaje en la trama, Cay está conduciendo marcha atrás en dirección contraria (como se puede ver en la siguiente imagen), su vestuario y peinado es mucho más suelto que el de los demás personajes. Y a través del diálogo e interacciones se hace presente una clara atracción hacia Vivian.

El romance es el aspecto es en lo que ambas obras coinciden, sin embargo, se construyen de maneras totalmente diferentes:

En la novela

La relación de Evelyn y Ann es de ritmo lento y no sucede hasta bien entrada en la historia como consecuencia del desarrollo personal. Ambos personajes se reconocen desde el principio como similares en sus rasgos faciales. No obstante, la narración deja claro que el parecido físico es más bien algo perceptivo. Evelyn cree que esto es porque ve en Ann su alter ego de lo que pudo haber sido en su juventud y Ann no sabe qué significa verse reflejada en Evelyn. Estas inquietudes son el motor del vínculo entre ambas.

El trágico trasfondo de Ann desarrolla en Evelyn un instinto protector que le hace cuestionar sus valores: «Todos los hijos sufrían el mundo de sus padres. Si ella hubiera tenido un hijo, ¿acaso lo habría hecho mejor?». (Rule, 2005: 80) Además, la propia personalidad de Ann y el romance que mantiene con esta hacen que Evelyn deje de sentirse culpable por no seguir el rol que le correspondía de esposa y madre. Aprendiendo un nuevo concepto de feminidad que nada tiene que ver con lo anterior. 

Evelyn quería ser encantadora, provocativa, deseable…, atributos a los que nunca antes había aspirado, quizá por cuestión de orgullo, o por miedo al fracaso. Ahora parecían instintivos. En el milagro de su caída particular, estaba descubriendo que era, por naturaleza, una mujer. (Rule, 2005: 214)

Por otro lado, el efecto que tiene Evelyn en Ann es igual de arrasador porque destruye la filosofía de vida que consideraba legítima. Para Ann, el matrimonio o cualquier relación que requiriese de sometimiento y fidelidad eran inútiles, le gustaba ser libre y todo aquello que no requiriese de apego alguno. Sin embargo, tras su primer encuentro amoroso con Evelyn, se empieza a dar cuenta de que se estaba enamorando y aunque, en primera instancia, intenta luchar en su contra, al final acaba sometiéndose.

«El amor.» Un sonido. Un nombre. Una llamada. «El amor.»

No había destrozado ninguna imagen. Ni siquiera lo había intentado. Y no sentía el menor desagrado, ni decepción, ni alivio. En cambio, sentía una ridícula ternura que ninguna parodia de sí misma podía acallar. Era una locura. Era peligroso. No era en absoluto consecuente. (Rule, 2005: 169)

Ann también pone a prueba el conocimiento de Evelyn, con la intención de cuestionar el mundo de esta, pero se encuentra con una académica con un intelecto y conocimiento superior al suyo.  Esto que, en un principio, debería desanimarla, le empieza a fascinar, pues encuentra en alguien un apoyo para aprender.

El final de la novela acaba en un punto medio, donde ambas han cedido parte de su anterior filosofía y han aprendido otras tantas por el camino.

—En cualquier parte.

—Dure lo que dure — dijo Evelyn—. Durante un período de tiempo indefinido.

Y volvieron sobre sus pasos y subieron los escalones hacia su propia imagen reflejada en las magníficas puertas de cristal. (Rule, 2005: 295)

En la película

El romance es el centro de la trama y es en lo que brilla la cinta, aún siendo una historia muy simple. La mayor diferencia con el libro se encuentra en que, no es un intercambio, sino más bien el enfrentamiento de dos fuerzas.

El guion plantea el típico viaje del héroe: Vivian llega dispuesta a divorciarse, se introduce el villano, en este caso Frances, la madre conservadora y sobre protectora, y el interés amoroso, Cay, que también sirve como mentor. Cuando se besan por primera vez, como consecuencia de que Vivian salga de su zona de confort, se produce un rechazo. Al haberse expuesto se enfrenta Frances, todo parece perdido y se ve obligada a abandonar la casa. En este momento, se cuestionan los valores del personaje y sucede la gran prueba: la relación sexual con Cay. Tras pasar la prueba, Vivian obtiene como recompensa un nuevo concepto propio que la libera. Cuando llegamos al final del film, el personaje ha renacido; no es la misma persona que en el primer acto.

Aunque la estructura del guion es simple, lo que hace brillar a la película en el aspecto narrativo son los diálogos. Al tener un ritmo más dinámico, Natalie Cooper, la guionista, optó por crear momentos más cómicos. También es necesario valorar positivamente dos de las mejores decisiones creativas del film se encuentran en las escenas cruciales: el primer beso y la escena de sexo.

El primer beso está cargado de simbolismo. Pues es Cay quién está afuera en la lluvia, mientras que Vivian está a salvo dentro del coche. Expresando así qué personaje está expuesto, pero también como Cay, al entrar por el pequeño hueco de la ventana, rompe con el convencionalismo en el que Vivian se refugia. Además, los gestos previos al beso expresan a la perfección el dualismo de los personajes.

El sexo explícito es omitido en el libro, sin embargo, la película tiene una escena cargada de contenido sexual. Es necesario destacar que la directora grabó las escenas desde la mirada femenina y aunque ahora parezca que tiene una coreografía ridícula y surrealista, en 1985 fueron revolucionarias. Para empezar rompe con las reglas de grabación cinematográficas estadounidenses, donde los actores no se pueden dar besos con lengua y el director no puede mostrar nada de saliva. (Deitch, 2007) Y aparte, durante la escena se puede también ver cómo Vivian se reprime el propio placer por culpabilidad. Para ella este acto supone un reto de superación propia.

Quizás la mayor diferencia en el romance está en el final. Aunque históricamente se conoce como la primera película lésbica con final feliz, la realidad es que, el final es más bien ambiguo. Donna Deitch cambió cómo Vivian llega a Reno. En el libro, Evelyn toma un avión, mientras que, en la cinta, llega en tren. Esto afecta al final del film, que en vez de transcurrir justo después de que le concedan el divorcio a Vivian, pasa al día siguiente en la estación.  Aunque el concepto es similar, los diálogos del libro asegura que acaban juntas, mientras que el del film lo deja a interpretación del público:

—Acompáñame a la siguiente estación.

—¿Qué vamos a arreglar en 40 minutos?

—Hablaré rápido.

—Envíame una postal cuando llegues. — Vivian le da la mano para que suba al tren con ella. —¿Qué es lo que quieres?

—Otros 40 minutos contigo.

Frances

Para finalizar la comparativa, es necesario hablar brevemente del personaje de Frances, pues en la película parte del conflicto se crea por ella. Frances se presenta en la cinta como la madre malvada con valores conservadores y claramente homófobos. Quiere a su hija para ella sola y cuando la personalidad de la niña rompe con estos límites, el resultado es el castigo y el discurso de víctima.

En el libro, Frances también tiene dicha personalidad y aunque su homofobia únicamente se hace presente en una conversación, no entra en conflicto con ninguna de las protagonistas. De hecho, Frances quiere que Ann se vaya con Evelyn porque la considera un buen modelo a seguir que le puede ayudar a levantar cabeza y encontrar una vida digna. 

Conclusiones

Tanto Desert of the Heart como Desert Hearts son dos obras que tienen características diferentes que las hacen únicas a su campo y época. A veces se las tacha de ser muy simples o aburridas al separarlas de su contexto, pero esto significaría quedarse con una versión básica de ambos trabajos.

Jane Rule hizo un libro muy arriesgado por tener una relación sáfica en su libro y también por la crítica que hacía a la figura de la mujer contemporánea donde heterosexualidad, matrimonio y maternidad iban de la mano en aquel entonces. Sin omitir tampoco el riesgo que suponía exponerse como autora lesbiana.

Por otro lado, Donna Deitch, que intentó financiación del proyecto en los estudios y se encontró con total rechazo por parte de estos de producir una película de temática lésbica, viéndose obligada a tener que hacer un proyecto totalmente independiente y de bajo presupuesto, también cargando con las etiquetas y consecuencias que suponía hacerlo y de que muchos de sus colaboradores se pudieran quedar sin trabajo por participar en una película de tal calibre.

El presupuesto que tuvo el film, quizás, impidió que se desarrollasen los personajes con la profundidad que el libro lo hace, o que se cambiasen localizaciones. Como el final, que no pudo tener lugar en un aeropuerto por el coste de producción que supondría la recreación del decorado y el vestuario de los extras. Por otro lado, la dirección de Deitch aprovecha la similitud y atemporalidad que ofrece el paisaje del desierto para eliminar los problemas de ambientación de la época. Esto, acompañado del preciso y simple guion de Natalie Cooper, dota a la película de una historia de amor universal y compleja que pone a dos mujeres en el epicentro de esta.

Ambas obras con el paso del tiempo han sido aclamadas por lo innovadoras que fueron en su día. Pero Desert Hearts quizás brille más en este aspecto. Desde su estreno, ha tenido numerosos reencuentros y proyecciones en convenciones y festivales. En 2017 se añadió a la prestigiosa colección de cine de autor Criterion Collection. En cuanto a sus actrices, no supuso el final de su carrera. Patricia Charbonneau, que interpreta a Cay Rivers, fue nominada a los Spirit Awards en 1987 y un vistazo rápido a IMDB tanto de ella, como de Helen Shaver demuestra la participación en otros proyectos cinematográficos. En el caso de esta última incluso teniendo experiencia en dirección.

Todo el trabajo y dificultades que sufrieron tanto la novela como la película fueron consecuencia de los primeros pasos para que ahora tanto el cine, como la literatura, gocen de un mayor espectro de representación LGTBI+ en los que hay un amplío abanico de géneros a elegir; desde fantasía y terror hasta drama y romance. Es innegable que tanto Jane Rule, como Donna Deitch, fueron pioneras en algo que ahora se tiene normalizado, por ello deberíamos estar eternamente agradecidos.


Bibliografía

Alwood, Edward. «The Role of Public Relations in the Gay Rights Movement, 1950–1969», Journalism History, Vol. 41 Nº1, pp. 11-20, 2015.

Allen, Douglas W. «No-fault divorce in Canada: Its cause and effect», Journal of Economic Behavior & Organization, Vol 37, Nº 2, 1998, pp. 129-149..

Fischer, Bernard A. «MD A Review of American Psychiatry Through Its Diagnoses», The Journal of Nervous and Mental Disease: December 2012, Vol. 200, Nº12, 2012, pp. 1022 – 1030.

Joffe, Carole. «Roe v. Wade and Beyond. Forty Years of Legal Abortion in the United States» Dissent, Vol. 60, Nº 1, 2013, pp. 54-59.

Rule, Jane. «Jane Rule: The Woman behind Lesbian Images» (entrevista) Body Politic, Nº 21, 1975, pp. 14-15.

Rule, Jane. Media hora más contigo (A. Palomas, Trad.), Madrid, EGALES, 2005

Schuster, Marilyn R. «Strategies for Survival: The Subtle Subversion of Jane Rule», Feminist Studies, Vol. 7: Nº 3, 1981, pp. 431–450.

Filmografía

Deitch, Donna (Director). Desert Hearts, Desert Hearts Productions, Criterion Collection, Blu-ray: restauración en 4K, 1985, 2017.

Deitch, Donna (Director). Desert Hearts Commentary, Criterion Collection, Blu-ray, 2007, 2017.

Fernie, Lynne y Weissman, Aerlyn. Excerpt from Fiction and Other Truths: A Film About Jane Rule, Criterion Collection, 1994, 2017Shaver, Helen (actriz). Desert Hearts (entrevista), Criterion Collection, Blu-ray, 2017

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