Jaime Pinto Llosa – 23/08/23
El director ucraniano Philip Sotnychenko nos transporta en el tiempo a la Ucrania de 1996 en su intrigante obra, «La Palisiada». Esta película, presentada en el Tiger Competition del Festival Internacional de Cine de Róterdam, es un testimonio de de la sociedad ucraniana que nos sumerge en una narrativa rica y compleja que combina elementos de thriller policial, humor negro y exploración cultural.
Uno de los aspectos más notables de «La Palisiada» es el impresionante uso de planos secuencia, donde la cámara en mano suavemente nos lleva de la mano a través de las habitaciones y las acciones, creando una experiencia visual cautivadora. Estos planos sin cortes proporcionan vitalidad a la narración, que se ve enriquecida por la elección de cámaras analógicas que aportan un toque de nostalgia a la historia.
La película se destaca por su estructura narrativa, que períodos temporales, saltos de tiempo y de formato, en una de las secuencias podemos ver la perspectiva de un niño y sus recuerdos. La mirada en contrapicado, al enmarcar las escenas de las fiestas con niños jugando, añade una capa adicional de profundidad a la historia, resaltando el contraste entre la niñez y la vida adulta.
«La Palisiada» es una película en la sección Zabaltegi-Tabakalera del Festival de San Sebastián, un espacio sin restricciones que abarca todas las formas de cine. Todas las películas en esta sección compiten por el Premio Zabaltegi-Tabakalera, que otorga 20,000 euros al director o directora (6,000 euros) y a la distribuidora en España (14,000 euros). El jurado, compuesto por expertos del cine y la cultura, decide el ganador. Este premio añade prestigio a una sección que fomenta la experimentación y la innovación en el cine.
Una participación especial a destacar es la de Novruz Hikmet, actor y asistente de dirección, quien aporta humor y autenticidad a su personaje. En una conversación posterior al coloquio en la Tabakalera, reveló que asumió un papel similar al de un jefe de policía, como vemos en pantalla al dirigir la grabación de la escena del asesinato, el mismo papel que desempeñó en la asistencia de dirección y organización de las escenas durante el rodaje de la película. Algo que da como resultado cierta originalidad en el filme.
«La Palisiada» es mucho más que una película policial; es un viaje a través de la cultura ucraniana, una cultura rica y diversa que se refleja en la trama y los personajes de la película. La música desempeña un papel crucial, especialmente a través de las canciones infantiles que resuenan en los momentos con niños. Estas canciones, arraigadas en el lenguaje musical ucraniano, añaden una dimensión emocional a la película y conectan al espectador con la esencia de la infancia.
En «La Palisiada», Sotnychenko nos ofrece una visión sincera y valiente de su país y de su propia infancia, lo que enriquece la película con autenticidad y emoción. Este viaje cinematográfico nos invita a reflexionar sobre la evolución de Ucrania y sobre la importancia de preservar los recuerdos en un mundo en constante cambio. «La Palisiada» es una obra que merece ser apreciada por su originalidad y su habilidad para explorar la complejidad de la condición humana a través de la lente de la historia.
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