Jaime Pinto Llosa / 01.10.23
«Puan», dirigida por María Alché y Benjamín Naishtat, es una película argentina que explora el mundo de la filosofía en un contexto universitario mientras aborda la vida cotidiana en Buenos Aires. A través de personajes auténticos y un elenco talentoso, la película invita a la reflexión sobre la memoria y su conexión con la humanidad, el arte y la sociedad.
La obra, ganadora del Premio del Jurado en el Festival de Cine de San Sebastián, se sumerge en la complejidad de la vida y la filosofía sin recurrir al dramatismo, resaltando la belleza de lo cotidiano y la importancia de mantener una mente curiosa. Además, Marcelo Subiotto ha recibido el premio a la Mejor Interpretación Protagonista por su rol en «Puan,» compartiendo el galardón con Tatsuya Fuji de «Great Absence» (Japón), de Kei Chika-ura.
La trama de “Puan” se desarrolla en el contexto universitario, donde los profesores enfrentan un choque de pensamientos mientras lidian con sus vidas cotidianas y tensiones académicas. Se adentra en la vida diaria en Buenos Aires y las relaciones familiares de Marcelo, un profesor de filosofía, capturando la intensidad de una familia activa y contestataria. La narrativa se entrelaza con elementos como figuras filosóficas, la historia del pensamiento, la música, el tango y la memoria.
Este enfoque multidimensional en el entorno universitario y la escuela de pensamiento crea una retórica profunda que invita a la reflexión sobre la memoria y su relación con la humanidad, el arte y la sociedad en su conjunto. Aunque la película aborda temas aparentemente «conflictivos» de manera sutil, integrándose en una narrativa cinematográfica universal, esto no la hace parecer novedosa, por la superficialidad y los pocos momentos cargados de dramatismo.
Sin embargo, su llamado al espectador a considerar la memoria como un motor para la acción consciente en un contexto más amplio es perspicaz y oportuno, sin adoptar un tono urgente o políticamente incorrecto. En cambio, ofrece una mirada fresca a la realidad educativa en Argentina, sin ser cínica, diseña personajes libres que actúan por su virtuosismo y muestran tanto su mejor versión como sus desafíos y errores.
María Alché y Benjamín Naishtat eligen un estilo cinematográfico discreto que permite que la historia fluya con naturalidad. Esta elección posibilita que la cámara ilumine la narrativa y que los momentos desafortunados se muestren como relatos sin una lengue o lenguaje fotográfico concreto, profundizando en las emociones y sentimientos de los personajes.
Es así como los actores, a través de sus interpretaciones dan vida a personajes con rostros humanos y retratos sinceros. Cada uno de ellos encarna a individuos esforzados, a veces decaídos, completamente humanos, con sus rasgos ridículos y dignos a la vez.
«Puan» nos brinda una mirada sincera, sin la intención de conmovernos, más bien de reflexionar sobre el pensamiento como eje central en la vida de los personajes. Nos lleva a cuestionar no solo la naturaleza de la filosofía, sino también nuestras propias vidas, sin importar a qué nos dediquemos. Nos enfrenta a estas cuestiones filosóficas fundamentales y nos recuerda la importancia de mantenernos rodeados de sabios maestros, de tener buenos amigos, una pareja qué admirar, un hijo que cuidar, una vida normal, y cantar tangos cuando ya no se pueda más.
Lee todas nuestras críticas de 71 Festival de San Sebastián.