‘La maternal’: Pilar Palomero nos vuelve a emocionar con una historia de chicas adolescentes

Mario C. Gentil / 20.09.2022

Pilar Palomero, ganadora del Goya a Mejor Película y del Premio a Mejor Dirección Novel en 2021 por ‘Las niñas’, sigue con la exploración de la adolescencia femenina en contextos complicados en su segundo largometraje, ‘La maternal’, que ha presentado hoy martes 20 de septiembre en el Festival de Cine Internacional de San Sebastián. En este caso, la obra se centra en la maternidad involuntaria y precoz que irrumpe en la vida una chica de 14 años. Pero no se queda solo en eso, pues la historia se apoya en relatos reales basados en otras chicas, a la que esta cinta da voz y rescata, un asunto, que, a día de hoy, sigue siendo estigmatizado.

Esta esperada segunda película de la cineasta zaragozana, encargada además de su escritura (recordemos que también se hizo con el Goya Mejor Guion Original en la mencionada gala de La Academia de 2021), no defrauda, pues consigue incluso mejorar su ópera prima haciendo una cinta más redonda.

Carla, es una niña rebelde que vive con su madre en un bar de carretera a las afueras de su pueblo. Pasa las horas con su amigo Efraín, con el que siente mucho apego. En cambio, la relación con la madre no es nada buena, pues no siente el cariño que ella necesita y que le impele a comportarse con la desobediencia que la caracteriza.

En este drama social, Palomero demuestra de nuevo una grandísima habilidad en la dirección de actrices adolescentes. Carla Quilez, la chica protagonista, hace de un papel nada fácil un personaje con muchísima fuerza, con bastante hondura, que nos toca la fibra, y que está escrito de una manera creíble, copando un arco del personaje digno de alabanzas, en el que todas las problemáticas que expone la obra tienen su efecto y que vemos patentes. De igual manera, la figura de la madre recibe un tratamiento muy cuidado, que evoluciona y que nos pega.

En ‘La Maternal’, la cineasta española vuelve a regalarnos la mirada de una niña que no se olvidará fácilmente (es reseñable la capacidad de la directora de sacar partido a los ojos de las jóvenes protagonistas). Desde esta mirada se trata con seriedad y delicadeza la relación de una hija con su madre, y la posible transmisión generacional de los daños causados. También repite la temática de una familia monoparental en la que la madre, de escasos recursos, carga como sabe y como puede (con sus luces y sombras) con toda la responsabilidad, aunque en este caso con diferentes matices con respecto a la película anterior. Se repiten estas mismas preocupaciones, pero, haciendo una obra diferente, y de un resultado todavía más maduro que en ‘Las niñas’, y además lo hace desde un enfoque menos personal, dando voz a otras historias.

La película te acoge en su seno, y pese al drama, no quieres que ese suceder de momentos auténticos acabe, porque sabemos, sin tener atisbo de dudas, que estamos viendo cine muy bien hecho, en el que de historias duras sale una obra bonita. En gran medida, este feeling con la obra, se debe también, aparte de su magnifico guion, al rico lenguaje cinematográfico, muy completo, y de un alto gusto visual, siendo a su vez sutil y sin quitar protagonismo alguno a los personajes, que se sienten cómodas ante la cámara, la cual simplemente funciona como testigo. La utilización musical (con Estopa, C Tangana, o La Húngara) también es efectiva y se amolda perfectamente al tono de la obra. A su vez, el vestuario y todo el diseño artístico denota una perfecta unión con los diferentes apartados de la cinta.

Se siguen sumando obras de esta nueva ola de directoras españolas en el que las mujeres son protagonistas, el coming of age y la relación con las madres son los topics de los que parten geniales historias, que no se agotan, y en la que cada directora pone su sello. Palomero consigue dar un paso más con su obra, y no sabemos si conseguirá la Concha de Oro, pero desde luego se postula como una de las más firmes candidatas por esta muy buena película.