Mario C. Gentil / 15.02.2022
En el Japanese Film Festival Online que se está celebrando hasta el próximo día 27 de febrero, hemos podido visionar, It’s a Summer Film, primer largometraje de Sôshi Masumoto. Una película para toda la familia, fresca, que desprende vitalidad y que destila un grandísimo amor por el cine.
Es una cinta realizada para pasar un buen rato, para celebrar la vida. Es un cine hecho en estado de felicidad, y eso se nota. Mezcla varios géneros como la comedia, el romance, la ciencia ficción o el cine dentro del cine. También es una película que habla sobre la amistad, la adolescencia, las aficiones y los sueños por cumplir.
La película es protagonizada por una adolescente llamada Hadashi (Marika Itô) que adora el cine de samuráis, pero que en el club de cine en el que se encuentra apuntada están realizando una película romanticona y facilona que detesta. Con la ayuda de sus dos fieles amigas Bito-ban (Yumi Kawai) y Blue Hawaii (Kirara Inori), empiezan a esbozar la idea de realizar una película de samuráis que compita con la otra.
Un servidor no puede sino caer prendado ante el inocente repertorio de personajes, en el que reina el compañerismo y donde la mezquindad o la oscuridad no aparece por ningún lado. Es obvio que en este sentido la película se pone su propio límite, pues no es realista ni pretende escarbar en sentimientos ambiguos. Es un simple canto de amor al séptimo arte y a la juventud.
El guion, realizado por el propio director y por Naoyuki Miura, consigue acoplar los diferentes géneros sin que sintamos que vemos algo incoherente o disonante. La historia y los personajes evolucionan bien, aunque a veces peca de demasiada facilidad en la construcción, por lo que nos tenemos que dejar llevar y no enrocarnos en querer ver algo más detenidamente engarzado. El filme tiene el ritmo narrativo que la vitalidad de los personajes inspira.
La película es luminosa y humana, pese a la idealidad de los sucesos. Se respira esa alegría estival muy bien recogida tanto por la fotografía, como por localizaciones, la ambientación y el vestuario. Las actuaciones de absolutamente todos y todas las niñas respiran autenticidad, dándonos un contraste con el Japón adulto de maneras más contenidas al que estamos acostumbrados a ver en la mayoría de cintas dramáticas.
El montaje, dinámico, se deja a veces llevar demasiado por el clima jovial de la película, estando también acompañado a veces por una música que en mi opinión subraya demasiado el sentido risueño de la película. Si a esta cinta le das unas transiciones algo más calmadas, menos infantiles, pienso que habría ganado un poco más en grandeza. Pero probablemente así termine de captar a todos los públicos, que al fin y al cabo es a quien va dirigida, pese al sentimiento de recreación que le pueda suscitar a los cinéfilos.
It’s a Summer Film es una magnífica elección si en este Japanese Film Festival Online quieres ver algo liviano, cariñoso y alegre.