Mario C. Gentil / 15.02.2022
La segunda edición del Japanese Film Festival Online nos trae Aristocrats (Anoko wa kizoku), realizada por la directora Yukiko Sode, que también adapta un guion basado en la novela homónima de Mariko Yamauchi. La cineasta dirige una historia de mujeres y clases sociales, ambientada en la estratificada Tokio.
Esta película, que trata sobre la independencia femenina, explora los sentimientos y las dificultades de dos mujeres que tienen sus objetivos vitales más o menos marcados, pero que les resulta igualmente imposible y casi milagroso llegar a alcanzarlos y encontrar su lugar de satisfacción en la vida pese a la diferente clase social a la que pertenecen. Se nos dan unos procesos de madurez forzados por las circunstancias, más fáciles para una que para otra, pero igualmente ambas apartadas de sus ambiciones.
Está muy bien recogida la reflexión de que, en el Japón actual, no es para las mujeres la lucha de clases la principal problemática de la que derivan las demás injusticias sociales, y que lo sigue siendo el machismo, arraigado en la tradición y por lo tanto en una cultura de una censurable moralidad, perpetuando estigmas sociales y comportamientos autoritarios heredados de otros tiempos. Aun así, para centrase en eso, no descuida en ningún momento la problemática de la estratificación social a la que también refleja.
Vemos en esta cinta elementos de la cultura japonesa que todos hemos visto en el cine clásico nipón, y que en 2020 sigan tan vigentes, nos habla de la fortaleza y la importancia de la tradición en un país que pese a la modernidad que presenta le cuesta en muchos ámbitos evolucionar. Y también es la película un pequeño retrato de Tokio, de sus barrios de diferentes clases, de sus periferias, de la gente propia de allí y de la gente que va a la capital a buscarse la vida.
Todo esto se nos da en un cine sobrio, que me recuerda al maestro contemporáneo Hamaguchi, con una muy buena claridad compositiva en los planos y apoyada en una muy buena fotografía. Y con una narración que, usando aquí un manejo del tiempo no lineal, no por ello deja de tener una gran claridad narrativa. Aun así, es una película lenta, reposada, y que probablemente, si no te gusta un tempo así te llegue el cansancio y posteriormente el aburrimiento.
Los personajes están bastante bien tratados, y a parte de los dos principales vemos a muchos secundarios a los que se les llega a coger incluso cariño, y esto habla del buen trato en su construcción. Por otro lado, todas las actrices y actores que los interpretan están a muy buen nivel, destacando las dos protagonistas: Mugi Kadowaki y Kiko Mizuhara.
Una película que desprende amor por sus personajes, amable y respetuosa a la vista del espectador, y reivindicativa y reflexiva por la temática que trata. Una de las que no hay que perderse en este Japanese Film Festival Online (les recordamos que el festival es totalmente gratuito, pueden acceder en este enlace: https://jff.jpf.go.jp/watch/jffonline2022/).