Andrea Villalón Paredes // 22.07.22
El miércoles, los testigos de cine acudimos como invitados al evento del Festival Retina: Le Parody interpreta “El espíritu de la colmena”, encuadrado en el programa de Noches de Verano organizado por Caixa Forum Sevilla. Este evento proponía la idea clásica del cine de verano; una proyección en el exterior con hamacas y sillas para disfrutar de una buena película en la noche sevillana. Solo que esta vez, la proyección contaría con música en directo a manos de Sole Parody.
La organización del evento, nos pareció excelente, tenía sus acomodadores que ayudaban amablemente a los espectadores a sitiarse, de manera similar a los festivales de cine. Además, estaban atentos a la actuación en directo, pudiendo solventar una falla que hubo en el trascurso de este.
Durante este año también pudimos ver una iniciativa similar en el ciclo organizado por Cinesur, donde se mezclaba el cine mudo con la música electrónica. Como muchos sabréis, antes las películas mudas iban acompañadas de un pianista o una orquesta para generar un ambiente acorde a lo proyectado. Desde Testigo de Cine consideramos que dichas proyecciones fueron un gran ejemplo de como fusionar lo antiguo y lo contemporáneo, dando espacio a la inmersión del espectador. Sin embargo, con la proyección de Caixa Forum salimos con la sensación de que la música no había mejorado la experiencia, sino que la había entorpecido.
Le Parody ejerce un trabajo excelente como artista, ninguno de nosotros pone en duda sus capacidades musicales, incluso cantó en a cappella cuando surgió el mencionado problema técnico. No obstante, la música interrumpe con la intención del film. Esta película no es muda, ni pretendía ser proyectada con música en directo. Además, a esto último se le añade que Víctor Erice es un director conocido por usar los silencios inmersivos, es decir, con función dentro de la narrativa del film. Al perder esos silencios, donde el diseño sonoro llega a ser casi imperceptible, incluso opacando los diálogos, la música se convierte en un elemento de distracción más que de inmersión y como consecuencia, la narrativa del film pierde cierto sentido.
En conclusión, el evento está genial para los entusiastas de la música o del ocio que quieran ver una obra conceptual, donde lo que se toca se ve reflejado con los audiovisuales proyectados, pero no para los cinéfilos que quieran disfrutar de la película de la forma que el director pretendía.
Igualmente, desde Testigo de Cine os invitamos a que comprobéis por vosotros mismos si la experiencia es de vuestro agrado, pues recorrerá varias ciudades de España durante el verano. Recordamos también, que lo que resta de julio y durante todo el mes de agosto, Caixa Forum ofrecerá sesiones de cine de verano más convencionales.