Clara Tejerina / 24.02.2023
Paul Urkijo presenta su nueva película Irati (España, 2022) basada libremente en la serie de comics El ciclo de Irati de Juan Luis Landa y Jon Muñoz. En la película, Urkijo plasma una fantasía épica que mezcla con realidad histórica a través de la mitología del País Vasco. Un ambicioso proyecto que traslada al espectador al siglo VIII, a la batalla de Roncesvalles y cuenta la leyenda de la formación de la Selva de Irati. Urkijo, con gran amor hacia su tierra y sus historias, sigue la línea que ya adoptó en su ópera prima Errementari (2017), donde también introduce el tema folclórico a través de la leyenda de un herrero, sin embargo, en su última propuesta cambia el tono, deja a un lado el terror y se enfoca en el género de aventuras y fantasía.
Irati cuenta con una gran ambientación entre los cuales hay que destacar tanto los efectos especiales, como la música, pasando por un vestuario excepcional. En estos puntos se puede ver el cariño y el esmero que todo el equipo ha puesto en la producción de esta película y que sus resultados son claramente visibles en su calidad, tema que no carece de dificultad pues es un género cinematográfico poco abarcado en películas españolas. Sin embargo, para conseguir toda esta proeza ambiental hay que destacar, sin ninguna duda, el papel que toma la propia naturaleza, los escenarios que hacen de marco de toda la película. No solo son importantes para la trama, sino que se convierten en un personaje más por su presencia imponente digna de las grandes producciones de aventuras. Rodada casi por completo en exteriores y con luz natural, los bosques y cuevas de Navarra, Aragón y País Vasco hacen de hogar de Maris y Lamias. Estas localizaciones se conviertes en uno de los elementos más emblemáticos de la película y aporta valor a uno de sus temas centrales, la tierra. Partiendo de ese mismo punto, otro de los grandes aciertos es el idioma, sin el cual la película tendría un tono totalmente distinto. Rodada en euskera, genera una riqueza lingüística de la cual España se caracteriza y que da pie al uso de las distintas lenguas que posee el país (vasco, catalán, gallego…) como recurso para contar estas narrativas propias de cada parte de España, para las cuales las distintas lenguas son esenciales en la creación de estas mitologías.
Irati, con sus luces y sus sombras, es una película arriesgada, que rebosa el entusiasmo de un director que se lanza sin miedo a realizar una producción ambiciosa. Encuentra salidas eficaces para camuflar la falta de recursos que puede tener en determinados momentos, como son las escenas de batallas, para las cuales utiliza planos cercanos que aportan el caos y la estética necesarias del momento. A través de sus planos y de su carácter a la vez serio y desenfadado, se percibe el placer del director de contar historias a través del cine. Urkijo se mete de lleno en el género fantástico y de aventuras, para reivindicar su tierra, su mitología y su origen y abre camino a estas nuevas narrativas, a través de las cuales, se puede dar a conocer el folclore de un país que se caracteriza precisamente por su diversidad de ambientes, de lenguas… rico en contrastes y posibilidades. Será interesante ver hacia qué rumbos puede llevar y si más directores/as españoles siguen su senda en sus respectivas comunidades y con sus respectivas leyendas.