Mario C. Gentil / 24.01.2022
La película, dirigida por Paul Verhoeven, está basada en el libro de Judith C. Brown que relata la biografía de Benedetta Carlini, abadesa de un monasterio de Pescia a finales del XVI, que trascendió tanto por sus visiones místicas como por su sexualidad lésbica. Benedetta, que es una coproducción entre Francia, Bélgica y Países Bajos, es un filme bastante completo:
La historia tiene una buena evolución. Con un prefacio de niñez que ya marcará la condición de la protagonista, y las posteriores diferentes partes que serán llevadas al ritmo que cada una necesita. Haciendo una película bastante bien llevada narrativamente.
La película mezclará sexualidad y misticismo, fundiéndose bien ambos temas en la trama. Tendrá escenas muy sugerentes sin caer en lo fácil, aportando frescura, naturalidad y erotismo. Y habrá escenas de visiones y milagros con cierta potencia visual.
Por otro lado, es buenísima la ambientación, con un maravilloso diseño de producción. Posee una destacada fotografía con una paleta de colores muy propia de blancos, grises, negros y pardos. La música, de Anne Dudley, se adecua al entorno monacal y a su vez eleva el tono epifánico de los diferentes momentos de la película.
Las actuaciones de Daphne Patakia o Charlotte Rampling son buenas, pero en este apartado Virginie Efira se debe llevar la mayoría de los elogios, pues encarna un personaje difícil, con una doble capa y una ambigüedad complicada de aunar y transitar, que la actriz consigue hacer suyo y hacerlo muy creíble con la dosis de duda que su papel conlleva. Su presencia llena la pantalla como su personaje llena los lugares por los que se mueve.
Habrá algún arco de personajes mejor que otros. Como decimos, el de la protagonista está muy bien realizado, siendo firmemente fiel a su esencia inicial, pero con una constante evolución. Y es que, al fin y al cabo, el peso de la película, pese al buen trato de sus otros apartados, recae sobre Benedetta.
Una persona egotista, que confunde su misticismo con su sexualidad y su fortísima personalidad. Está muy bien construido porque siempre te hace dudar de si el personaje es así o es una mentirosa de la mayor calidad, de si es verdadera o tiene ínfulas de poder, al igual que les hace dudar al resto de personajes, los cuales, en parte, se convierten también en espectadores como nosotros.
En su vertiente romántica la película no se excede melosamente en ello. Te da lo justo y no se deja llevar por el que podría ser un fácil camino con el que seducir a cierta audiencia, desvirtuando lo que debe contar. La trama, sin haber leído la biografía, pero creo que acertadamente, no tira por ahí.
Aun así, siento que la película tiene su propio tope. Es una cinta que aporta, grata a la vista y entretenida en sus más de dos horas de duración, y que nos presenta una persona muy interesante, una más de las muchas que se dio en el cristianismo y que no han trascendido con la fuerza que debería.