Mario C. Gentil / 23.01.2022
Lamb es el primer largometraje en solitario del director islandés Valdimar Jóhannsson. Ambientada en una aislada granja de Islandia, la película se sitúa entre género fantástico, la intriga y el drama.
La cinta posee un ritmo lento, sosegado. Tiene una claridad compositiva en los encuadres que la hace cómoda a la vista, ensalzada por las localizaciones y la buena fotografía de Eli Arenson. Los sonidos dan también una fisicidad muy bien conseguida a la cinta.
Pero el filme se queda corto en varias de las cosas que pretende. El halo de extrañeza, de misterio, de imágenes que transporten o seduzcan, solo se presentan en sus primeros minutos, dándonos después algunos más con cuentagotas. Por otro lado, la intriga solo te atrapa a ratos, haciendo perder el interés de hacia dónde va todo, porque, aunque se intuya, da un poco igual. Y es que al fin y al cabo la película es menor porque es más fría que el clima de Islandia. Hay una cierta distancia, que se interpone entre las imágenes y mis emociones, a las que no consigue tocar.
Y en su faceta simbólica, metafórica, también le faltan mecanismos para que algo de lo que ocurre llegue a impactarnos de verdad. Y el tema de la relación entre especies, de crítica a la autonomía y la esclavitud, a mi manera de ver la veo falta de imaginación y de originalidad, pues sin querer pecar de pretencioso, no veo el guion de la película muy novedoso pese a que pueda que no se haya hecho algo parecido (aunque creo que la mitología, la animación y las historias populares sí que nos han dado algunos relatos que van en el mismo camino).
Los personajes no están mal dibujados, aunque con el mismo trazo del resto de la película, pues interpone cierta distancia. Honestamente, pese a que quería, e incluso llegaba a entender sus sentimientos, me producían un poco de indiferencia. La actuación de Noomi Rapace sí que le sube un puntito la nota de emoción a la película. Sin embargo, si hablo de los otros dos actores, me quedo antes con la profundidad de las miradas de los corderos que las suyas.
Tampoco es que llegue a ser una película aburrida, ni pesada, y tiene ciertos momentos de pequeñas sorpresas de la puesta en escena. Pero más allá de contemplar una historia algo diferente en un marco ambiental bastante atractivo, la película no ofrece mucho más.